Recomendado por la Biblioteca de Totana
Disponible además en eBiblio Murcia
Un relato impresionante de cómo el autor, con solo 13 años, salió de Ghana, cruzó el Sáhara a pie y el mar en patera, con la idea de llegar al País de los Blancos y conseguir un futuro mejor.
Fue víctima de estafadores y mafias, pero también uno de los pocos afortunados que sobrevivió a ese infierno y llegó vivo a Europa.
En Barcelona, la pesadilla aún no había acabado, vivió en la calle y se salvó de la deportación porque todavía era menor.
Ousman Umar se ha convertido en la voz de los inmigrantes africanos que cada día cruzan nuestras fronteras.
El libro está escrito con un lenguaje claro y una prosa directa, es un relato en primera persona en el que el autor no se recrea en el sensacionalismo o el sentimentalismo, a ratos resulta hasta clínico.
Es una historia muy dura, pero lo hace de manera objetiva; no busca meterte el dedo en el lagrimal, sino explicar de forma lo más desapegada posible su terrible experiencia, la misma por la que han pasado y siguen pasando miles de africanos.
Esta es una historia tan dura como real, de uno de los miles de seres humanos que se juegan la vida por conseguir un futuro mejor.
Una lectura que hace florecer muchos sentimientos: Un niño corriendo multitud de peligros, rabia por saber cómo son tratados, gratitud por las personas que hacen las cosas bien.
Recomendado por la Biblioteca de Santomera
«Solo me alentaba, la necesidad imperiosa de vagabundear porque sí, sin justificación ni motivo algunos». Y con ese afán Manuel Moyano emprendió hace años unas caminatas por valles y sierras de Murcia, Albacete y Alicante. De aquella pulsión por andar no por espíritu deportivo, sino como «la búsqueda de un impreciso estado mental» nace ‘Cuadernos de tierra’. El resultado es una obra en la que el protagonista, sin perder el olfato como rastreador de historias, se busca en el agotamiento físico mientras recorre una geografía agreste en una época, el verano, en la que el Sol es plomo fundente.
Recomendado por la Biblioteca de Aledo
A mitad del siglo XIII y viendo el crecimiento de los ejércitos Sarracenos, Josseran Sarrazini y Guillermo parten siguiendo la ruta de la seda para transmitir un mensaje del Papa al Gran Kan del ejercito Mongol y así intentar crear una alianza contra este enemigo común. Pero lo que se inicia como un viaje político y diplomático, se ve marcado y en constante cambio ante el descubrimiento de las culturas lejanas de Asia y de su profunda espiritualidad…
de Javier Reverte
y en el Catálogo de la BRMU
Despedida a un grande de nuestras letras. Se fue en 2020, año también de publicación de este último libro de viajes. Tuve la fortuna de compartir unas horas con él y resultó todo lo contrario de lo que apunta al final de su libro, donde dice: hay poca gente tan aburrida como los escritores razonables.
Javier Reverte, un especialista en literatura viajera, invita en Suite italiana, a descubrir Venecia, Trieste y Sicilia pero de la mano de la literatura y al compás real del viaje que hace Javier, que nos habla de buenos y malos hoteles, restaurantes e itinerarios mezclando el ensayo formal y las curiosidades con la útil guía de viaje.
Encontramos aquí historia, paseos, establecimientos, paisajes y literatura, mucha literatura porque el libro se promociona con los nombres de Thomas Mann (con La muerte en Venecia), el del James Joyce habitante de Trieste (con Ulises), el de Rilke (con Las elegías del Duino) y el de Giuseppe Tomasi di Lampedusa (con El Gatopardo) pero hay mucho más: Hemingway, Shakespeare, Byron, Henry James, Roger Crowley, Mark Twain, Josep Pla, Magris… la lista es interminable
Recorre Venecia y Trieste, sube al castillo de Duino, junto al mar, y viaja al sur vía Roma para explorar la isla de Sicilia, cerrando la visita a Italia con Palermo, donde comenta el apego de los sicilianos a los españoles (y no a los franceses).
Por cierto, y esto no lo cuenta Javier, en Palermo fue arzobispo (y ocasional Virrey) un jumillano, Juan Lozano Lozano, y quedan, entre otras señales de su paso, las esculturas de los doctores de la iglesia – San Ambrosio, San Jerónimo, San Agustín y San Gregorio Magno- en el perímetro del atrio de la catedral.