16/04/2024
Recomendado por la Biblioteca Regional de Murcia
Todos, creo, nos preguntamos en alguna ocasión si el ser humano, entre los que me incluyo, actuamos conducidos por la estupidez, si somos imbéciles de serie o si nuestro comportamiento es solo fruto de las circunstancias, si la falta de lucidez y prudencia es puntual o por el contrario es consustancial al género. Pero tampoco nos podemos amargar: no pasa nada, todos tenemos un mal día, somos humanos y, por lo tanto, imperfectos.
Pues vamos a darle una vuelta. Y para esto propongo este breve y certero ensayo que nos ayudará a dar esa vuelta a esta cuestión. El autor analiza al prototipo de imbécil, de tonto, de corto de miras… Y lo hace de una forma incisiva y llamando a las cosas por su nombre, de tal manera que uno puede estar leyendo verdades como puños que dicen muy poco en favor del género humano, pero sin poder evitar cierta sonrisa cómplice.
Ironías aparte y a pesar de la brevedad de esta obra, el autor se toma muy en serio lo que expone y nos alerta sobre los enemigos de la inteligencia, que son muchos: la envidia, la hipocresía, la intolerancia, el fanatismo… Y frente a todo ello, lo que nos salva y lo que nos hace libres y críticos: el estudio, el conocimiento, el deseo de aprender, la curiosidad, el esfuerzo personal. Todo lo que nos permite abrir nuestra mente, nuestra capacidad de contrastar, nuestro entendimiento y, ojo, la capacidad de escucha, tan lamentable y sistemáticamente ignorada en estos momentos.