31/03/2022
Recomendado por la Biblioteca de San Javier
Disponible además en eBiblio Murcia
Philip Roth es un escritorazo estadounidense conocido sobre todo por sus cuentos. Pero es un escritorazo con una turbia vida personal, que transcurrió luchando contra los críticos literarios, contras sus exesposas y examantes, y para hacernos una idea de su forma de ser, en una biografía suya de hace poco, murió en el 2018, se cuenta que mediaba para que sus biógrafos consultaran fuentes donde se le tratara bien. ¿Siendo así el personaje este, por qué lo traigo a este programa? Porque su literatura es potencia, inmersión y tiene una gran capacidad para mover a la reflexión. Las píldoras temáticas más comunes en sus textos son la exploración de la naturaleza del deseo sexual y la búsqueda de la autocomprensión. Su ficción se caracteriza por el monólogo íntimo, con un sentido de humor rebelde y una energía histérica. Mirad, voy a leer uno de los párrafos de mi vida como hombre, uno que mueve a la reflexión sobre sabiduría y arte:
“La sabiduría cambiante de las sucesivas generaciones desecha ideas, cuestiona hechos, destruye teorías. El artista, en cambio, apela a esa parte de nuestro ser que no depende de la sabiduría, a aquello que es un don en nosotros y no una adquisición y, por lo tanto, mucho más perdurable”
Sobre el libro, Mi vida como hombre: la novela está separada en dos partes. La primera, titulada «Ficciones útiles», consiste de dos relatos “Candor juvenil” y “En busca del desastre o Seriedad en los cincuenta”, cuyo protagonista, en ambos cuentos, es un personaje llamado Nathan Zuckerman, un escritor que quiere construir su vida como si de una novela se tratara, e idealiza a una mujer con quien casarse, se casa, y después todo es un desastre, ácido y cruel, con escenas de violencia e insensatos comportamientos de esos que te hacen levantar la vista de la página. La segunda parte de “mi vida como hombre” se titula “Mi verdadera historia”, y es una memoria narrada en primera persona por Peter Tarnopol, el escritor que escribió los cuentos de la primera parte, donde se trata su vida, atravesada por los vaivenes de la creación y la escritura además de las referencias a otros escritores como Henry James, William Faulkner y Vladimir Nabokov. Es una novela dentro de una novela.
Philip Roth, para hacernos una idea de hasta qué punto era un escritor, hablaba de que no podía tener una jubilación artística, que le gustaría, que escribir frustra, pero se preguntaba que, si escribir era tan frustrante y difícil, ¿qué le había llevado a seguir haciéndolo? La respuesta es muy tonta: “no sé cómo parar. Si pudiera dejar de escribir lo haría, pero no sé cómo hacerlo”. Eso decía el complicado Roth.