Solamente hay un momento en el universo en el
que se crea el oro y el plomo, ese momento
increíble y mágico, lleno de destrucción y de vida,
es cuando una estrella ha llegado al final de su
existencia e implosiona. En su destrucción la
estrella no tiene elección, crea por igual un metal
codiciado por los humanos y un metal que causa
la muerte de los mismos, ella, la estrella, no puede elegir.
El humano es capaz de crear las cosas más
hermosas como es un libro y crear las más
destructivas como una bala, pero el humano
puede elegir.
Este proceso comunicativo compuesto por doce piezas es una obra
de El Alicatador, quiere, a través de la destrucción y la belleza,
expresar y recibir pensamientos, emociones, preguntas, ideas y
sentimientos mediante la manifestación artística. Involucrando al
espectador en este proceso para permitirle explorar, pensar,
experimentar y analizar con estos objetos cotidianos.
Estas piezas son una reflexión, un conflicto del mundo que nos
rodea, estas piezas son una pregunta, a la que solo el público puede dar respuesta.
“Y le di la espalda al mar”
Loquillo
Ana Bestís