Se inicia la segunda sesión del ciclo POETAS Y POETOS, con la intención de acercar a los lectores más jóvenes un repertorio poético que les invite a reflexionar y detenerse de una manera lúdica en el goce mismo de las palabras y en el conocimiento de su mundo interior. El ciclo coordinado por la poeta Marisa López Soria tiene como invitado de hoy a Fran Garcerá quien nos acercará a las poetas Carmen Conde y María Cegarra.
MARISA LÓPEZ SORIA. Hija de la poetisa Josefina Soria. Estudió Magisterio, Geografía e Historia e Historia del Arte. Ha escrito ensayos, libros de texto, cuentos, relatos y poesía tanto para adultos como para el público infantil y juvenil. Entre sus obras infantiles y juveniles destacan Los colores de Mateo; Diversopoemas; Los retratos de Renato; Un piercing en el corazón… En 2021, ha publicado Muy Señores Míos, poemario para adultos, y la Antología de mujeres poetas del siglo XX, Ellas vuelan.
Ha obtenido el Premio Nacional de Narrativa, 1986; el Primer Premio de Poesía Emma Egea, 1995; el Premio Lazarillo, 1997; el Premio Libro Infantil Murciano, 1999 y 2003 y Libro Juvenil Murciano del Año, 2002; el Primer Premio de Poesía de Almuñécar, 2006. finalista de los premios Edebé, 2010, Apel les Mestres, 2016 y Compostela, 2018.
FRAN GARCERÁ ROMÁN es doctor en Estudios Hispánicos por la Universidad de Valencia. Fue investigador predoctoral del Centro de Ciencias Humanas y Sociales del CSIC entre 2015 y 2019, especializándose en las poetas españolas de la Edad de Plata (1901-1936). Actualmente es miembro del Grupo de Investigación sobre Cultura, Edición y Literatura en el Ámbito Hispánico (siglos XIX-XX) y del Grupo de Investigación Escritoras y Escrituras de la Universidad de Sevilla. Forma también parte del proyecto de investigación Creadoras y Autoras españolas y Latinoamericanas en Red (1824-1936).
Entre sus obras destacan Versos con faldas, Ovejitas negras, antología poética, dirigida al público infantil y En pie la llama, una antología de 33 poemas de Carmen Conde.
CARMEN CONDE ABELLÁN (Cartagena, 1907- Madrid, 1996). Estudió Magisterio en la Escuela Normal de Murcia.
En 1927 conoció al escritor Antonio Oliver, su futuro marido, lo que le permitió contactar con Gabriel Miró, Antonio Machado, J. Ramón Jiménez, Juan Guerrero, Jorge Guillén, Pedro Salinas, Gerardo Diego…Fue amiga de Ernestina de Champourcín, Concha Méndez y Consuelo Berges. En 1929 se instaló en la Residencia de Señoritas, manteniendo contactos con los escritores de la generación del 27. Por esas fechas, apareció su primer libro, Brocal, al que seguirá Júbilos, prologado por Gabriela Mistral e ilustrado por Norah Borges.
Junto a Antonio Oliver fundó la Universidad Popular en Cartagena y colaboró con las Misiones Pedagógicas. Con el encarcelamiento de Antonio, se marchó a Madrid, iniciando una fecunda producción literaria bajo los seudónimos de Magdalena Noguera, Florentina del Mar y otros. Dos de sus obras, La rambla y Creció espesa la yerba, se adaptaron para su emisión en TVE. Su producción literaria es vastísima, no ciñéndose únicamente a la poesía. También cultivó la novela, el ensayo o el teatro. Destacan sus poemarios Mientras los hombres mueren, El Arcángel, Ansia de la gracia, Mujer sin Edén o En la tierra de nadie, y novelas como Las oscuras raíces por la que ganó el premio Elisenda de Moncada en 1953. Ese año recibió también el Premio Simón Bolívar por Vivientes de los siglos. En 1961, junto a Antonio Oliver, obtuvo el Premio Doncel de Teatro Juvenil por A la estrella por la cometa y en 1967 el Premio Nacional de Poesía.
Elegida Académica de la Real Academia Española en 1978, se convirtió así, en la primera mujer académica, ocupando el sillón K, al año siguiente.
En 1979 ganó el Premio Pérez Galdós de Periodismo y el Premio Adelaida. También fue nombrada académica de la Academia de Artes y Ciencias de Puerto Rico. En 1980, recibió el Premio Ateneo de Sevilla por Soy la madre y en 1987, el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil por Canciones de Nana y desvelo.
MARÍA CEGARRA SALCEDO (La Unión, 1903-Murcia, 1993). Gracias a las tertulias literarias organizadas por su hermano Andrés, conoció a Carmen Conde, Antonio Oliver, Miguel Hernández, Ramón Sijé, Raimundo de los Reyes…
Tras la Guerra Civil se licenció en Química, convirtiéndose en la primera mujer perito químico de España. Abrió su propio laboratorio de análisis mineralógico en La Unión, alternando su trabajo con la docencia en la Escuela de Peritos Industriales y Maestría de Cartagena, y en otros centros de Formación Profesional y Bachillerato.
La muerte de su hermano llevó a María a publicar su primer poema, Cristales míos y tras el fallecimiento de su hermana, su última obra, Poemas para un silencio. En 1978 publicó Desvarío y Formas, el mismo año en que recibió el Premio Rosa Plata. Fue nombrada miembro de la Real Academia de Alfonso X en 1983.
