MARÍA TERESA TORAL PEÑARANDA (Madrid, 1911-1994).
Nació en seno de una familia acomodada por lo que, recibió la misma educación que cualquier joven de su edad y posición social: Música, Arte, Pintura y Literatura. Sin embargo, Mª Teresa se decantó muy pronto por las ciencias, influenciada por su experiencia junto a su padre, al revelar las fotos que éste había hecho.
A lo largo de los años de universidad, además de luchar con las dificultades de sacar adelante dos licenciaturas de forma simultánea, Farmacia y Químicas, tuvo también que hacer frente al rechazo de sus propios compañeros de estudio, quienes no terminaban de aceptar a una mujer en el aula. A pesar de los obstáculos, finalizó la carrera de Ciencias Químicas en 1933 con premio extraordinario fin de carrera.
Ingresó de la mano de Enrique Moles, en el Instituto Nacional de Física y Química, conocido como el Instituto Rockefeller, por ser su fundación, la que financió su construcción y equipamiento. Juntos trabajaron en la determinación de los pesos atómicos de los elementos químicos. Sus valores eran muy exactos gracias a que, ella misma construía sus equipos de trabajo.
Su doctorado versó sobre las relaciones moleculares del dióxido de carbono, el oxigeno y el óxido nitroso y los pesos atómicos del carbono y del nitrógeno.
Tras la sublevación militar que puso fin a la República, Mª Teresa fue acusada, junto a un grupo de compañeros, de haber utilizado el Instituto para la producción de armas de guerra, siendo condenada a 12 años de prisión. En la cárcel de Ventas donde fue ingresada, aprovechó sus conocimientos para trabajar en la Farmacia y la Enfermería y dio clases de ingles a las reclusas.
Al salir de la cárcel de Ventas, abrió una Farmacia en Madrid que se convirtió en punto de encuentro de guerrilleros antifranquistas. Volvió a ingresar en prisión, pero la movilización internacional hizo que en el New York Times se publicase una carta a Franco en la que se pedía que no se ejecutase a la Lise Meitner española. La petición no fructificó por lo que acudieron a España la Premio Nobel de Química Irene Joliot-Curie, y su hermana Eva, una reputada escritora y periodista. Éstas denunciaron las torturas a las que fue sometida. Para la comunidad internacional, Mª Teresa Toral era la Lise Meitner española. La posibilidad de que España perdiese sus apoyos en el extranjero hizo que Mª Teresa fuese condenada solamente a dos años de prisión.
En 1956 huyó a México. Allí trabajó en la Universidad Autónoma de México, en el Instituto Politécnico Nacional y en varias instituciones públicas y privadas. Pero, además, desarrolló la técnica del grabado con gran éxito, siendo reconocida también en esta faceta en más de una veintena de exposiciones, tanto colectivas como individuales.